El palo canario
El juego del palo canario es un duelo amistoso con palos entre dos jugadores que intentan golpearse y a la vez esquivar los golpes de su contrincante, evitando que el palo impacte en su cuerpo. Los jugadores del juego del palo generalmente utilizan la misma clase de pericias que determinan un estilo de juego tradicional. Pero una vez en acción las cambian en función de lo que aprecien oportuno para conseguir una ventaja con respecto al otro jugador.
El origen del juego del palo canario proviene de las peleas y juegos con palos de los aborígenes canarios. En la actualidad tiene un sentido de lúdico de juego y ha perdido ese carácter de lucha con el que se origino. El palo canario es un juego tradicional porque se ha divulgado de generación en generación con muy poco variación.
Podemos sintetizar, muy a groso modo, los contenidos estructurales más substanciales del Palo Canario, remitiéndonos para ello a las resoluciones estatuarias que se han acordado unánimemente en el seno de la Federación de Juego del Palo Canario y que versan sobre aspectos definitorios, descriptivos y de significación. En este sentido e intentando constatar las características esenciales transmitidas por la Escuelas de Palo, se específica que esta práctica autóctona y tradicional es una actividad lúdica de las Islas Canarias, la cual se concreta por:
- El implemento o palo
En esta práctica se utiliza un palo de madera, siendo éste un implemento o instrumento de diversos tamaños y con denominaciones distintas según las zonas o islas, tales como: Vara, Garrote, Macana y Bastón entre otros.
- El jugador o transmisor
En el Juego del Palo Canario, sus practicantes, además de realizar una actividad física de una gran riqueza técnica, cumplen la función de transmisores y conservadores de una tradición popular de las Islas Canarias, siendo los conocedores y dominadores de los rudimentos técnicos que posibilitan la supervivencia de esta seña de identidad ancestral.
Por la preparación y conocimientos adquiridos, los que participan de este legado cultural están integrados en las categorías de: principiante o iniciado, jugador y la máxima distinción de maestro, según el nivel de juego alcanzado; siendo la consideración y reconocimiento de los distintos grados de enseñantes, la de monitor o instructor , entrenador y el nivel máximo de maestro. En base a estas clasificaciones, se puede llegar a ser maestro por dos vías: por la propia maestría en el dominio de las técnicas o por la esmerada faceta de la enseñanza.